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enonciation et modalisation

9 janvier 2013

travail à faire pour l'examen

TRAVAIL À FAIRE POUR L'EXAMEN DE ESTUDIOS AVANZADOS DE LA LENGUA 1, asignatura codigo 17454

 

-1 lisez les documents qui sont déjà daccrochés sur le blog.

-2 fabriquez un corpus , en suivant la classification des  exemples du document de l'atténuation (posté le 10-12-12), avec des exemples attestés  que vous tirerez de textes en français, ne pas utiliser de grammaires ni de dictionnaires pour chercher les exemples. vous pouvez chercher sur des oeuvres litterairres, presse, cinéma, discours politiques , etc...

-3 traduisez les exemples à l'espagnol.

-4 envoyez vos corpus à mon adresse mail carolina.foullioux@uam.es avant le 10 juin 2013

-5 si vous avez des doutes, me contacter par mail a partir du 15 avril 2013

BON COURAGE!

 

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10 décembre 2012

l'aténuation

 

LOS PROCEDIMIENTOS DE MODALIZACIÓN EN FRANCÉS: LA ATENUACIÓN, Marcas, mecanismos y efectos discursivos

 

ISBN

 

CAROLINA FOULLIOUX

 

carolina.foullioux@uam.es

 

 

THESAURUS: atenuación, modalización,  adverbios de enunciación, imperfecto, condicional, negación, verbos modales, impersonal, ethos,  punto de vista, 

 

RESUMEN O  ESQUEMA DEL ARTÍCULO

 

La atenuación es un procedimiento de modalización en tanto en cuanto expresa una actitud particular del locutor con respecto del contenido de su enunciado (lo que dice)  y de su interlocutor (a quién se lo dice); este posicionamiento del locutor queda reflejado en su enunciado (cómo lo dice). La atenuación es una subcategoría de la modalización intersubjetiva, que tiene por efecto que se le atribuya al  locutor la voluntad de restringir  el alcance de lo dicho. En un enunciado portador de marcas de atenuación el locutor da instrucciones que imponen una interpretación determinada. Esto lleva a concebir la interacción discursiva en términos de eficacia y a considerar la atenuación como estrategia de rodeo y de no agresión. Se exponen los mecanismos de atenuación y los efectos discursivos en función de los dos tipos fundamentales de marcas de atenuación: morfológicas y léxicas. Las marcas morfológicas analizadas son formas verbales (imperfecto y condicional), y las marcas léxicas son adverbios y locuciones adverbiales (juste, à mon avis, etc.), negación de adjetivos como impossible y verbos modales (devoir, pouvoir). Todos los ejemplos aparecen en francés y en español, y    permiten apreciar la  similitud de los procedimientos de atenuación en ambas lenguas.

 

ARTÍCULO

 

  1. 1.     La atenuación

 

El término de atenuación engloba de manera general conceptos como eufemización (Maingueneau; 1981: 71), desactualización (Maingueneau; 1981: 84), bemolización (Wilmet: 2001), o modulación (Vion: 2001) entre otros. La atenuación es un procedimiento de modalización en tanto en cuanto expresa una actitud particular del locutor con respecto de lo que dice y de a quién se lo dice; este posicionamiento por parte del locutor queda reflejado en cómo lo dice.  Se puede decir que es una subcategoría de la modalización intersubjetiva (Foullioux: 2005) que tiene por efecto que se le atribuya al  locutor del enunciado la voluntad de restringir  el alcance de lo dicho.  Dicho de otra manera, en un enunciado portador de marcas de atenuación el locutor da instrucciones que imponen una interpretación determinada. Si se comparan los ejemplos (1), (2), y (3)

 

(1a) Je veux te voir. (Quiero verte.)      

 

(1b) Je voulais te voir. (Quería verte.)      

 

(2) Je vais te donner une “grande” idée. (Te voy a dar una “gran” idea.)      

 

(3) Heureusement qu’il arrive. (Menos mal que llega.)

 

       Los tres son enunciados modalizados pero solo (1b) es un enunciado atenuado puesto que su locutor-autor se pone a distancia de lo dicho, no asume yo-aquí-ahora que quiere ver a su interlocutor, porque si así fuese produciría el equivalente no modalizado (1a): al usar la forma quería,  parece que restringe la fuerza, el alcance de lo dicho;  está claro que en nuestra sociedad  se interpreta (1b) como mas cortés, menos brusco que (1a). Sin embargo, en (2) y (3) el locutor marca su actitud frente a lo dicho sin por ello restringir su alcance: valora favorablemente en (3), e intensifica  a demás por autonímia en (2).

 

La definición que nos da M. Moliner (2002) de atenuar es “(2ª): Hacer menor o hacer parecer menor la intensidad, violencia o gravedad de una cosa”. Atenuar consiste efectivamente en hacer parecer menos fuerte una expresión lingüística pero sin hacerla menos fuerte. Esto lleva a formular dos consideraciones: por una parte  lleva a concebir la interacción discursiva en términos de eficacia y, por otra, a defender la idea según la cual la atenuación es un artificio, un engaño, una estrategia de despiste –en el sentido de borrar las pistas-, en definitiva una estrategia de rodeo.

 

Está claro que más le vale al locutor cuidar de no herir a su interlocutor si pretende obtener de él una adhesión o una determinada reacción. Esta toma en consideración del Otro, por parte del locutor se pone de manifiesto en los casos de atenuación. Varios son los factores  que motivan el rodeo: es el caso, por ejemplo y entre muchos otros, de la toma de conciencia de la existencia de una jerarquía social, o de la toma en consideración de la sensibilidad del interlocutor,  o también de la evaluación previa del grado de presión que esté dispuesto a aceptar el interlocutor. No cabe duda de que cuando el locutor recurre a la atenuación quiere o necesita proyectar un ethos positivo (Tejedor: 2004), de individuo respetuoso o prudente, por ejemplo. Todo ello  lleva a plantear las siguientes hipótesis:

 

  • Hipótesis 1: Toda atenuación implica la existencia de marcas específicas en el enunciado.

 

  • Hipótesis 2: En todo enunciado portador de marcas de atenuación se inscriben diferentes puntos de vista frente a los cuales el locutor toma posición.

 

  • Hipótesis 3: Un punto de vista subyacente puede constituir un argumento a favor de un  determinado tipo de conclusión

 

  • Hipótesis 4: Al atenuar, el locutor evita  un determinado tipo de conclusión y favorece otro.

 

 

2. Las marcas de atenuación

 

Existen fundamentalemente dos tipos de marcas de atenuación: morfológicas y léxicas. Por marcas morfológicas se entiende formas verbales  como el imperfecto del ejemplo (4)

 

(4) Je venais vous parler. (Venía para hablar con usted.)       

 

Las marcas léxicas que se están estudiando, son fundamentalmente  adverbios (5) y locuciones adverbiales (6), adjetivos (7), así como verbos modales  -independientemente de la forma verbal en la que aparecen conjugados- como devoir (8).

 

(5) C’est juste un ami. (Solo es un amigo.)

 

(6) A mon avis c’est un rhume.(En mi opinión es un catarro.)      

 

(7) Cette soupe n’est pas immangeable. (Esta sopa no es incomible.)

 

(8) Tu devrais écouter. (Deberías escuchar.) 

 

Se pueden dar combinaciones de marcas en un mismo enunciado como en el ejemplo (7) en el que se observa la negación de un término marcado negativamente, o en (8) en el que se suman los efectos  de dos marcas: léxica en tanto en cuanto aparece el verbo deber en su uso deóntico, y verbal en tanto que aparece conjugado en condicional.

 

3.     Las marcas de atenuación morfológicas (verbales): mecanismos y efectos discursivos

 

 

Las marcas de atenuación puramente verbales, es decir  relativas a la forma verbal (en el sentido en que da Leeman (1994)), y más específicamente de las formas conjugadas,  son (en francés) el imperfecto del indicativo y el condicional simple y compuesto.

 

Un proceso contemporáneo al momento del habla se suele  representar, tanto en español como en francés con el presente del indicativo,  es decir actualizado como en (9a), mientras que si se representa con otra forma verbal como en (9b) con, por ejemplo, el imperfecto del indicativo, pierde su anclaje  con el ahora de la enunciación, o lo que es lo mismo está desactualizado.

 

(9a) Il me faut de la peinture blanche. (Necesito pintura blanca.)       

 

(9b) Il me fallait de la peinture blanche. (Necesitaba pintura blanca)

 

        A este respecto  Maingueneau (1981: 71) dice : “Este imperfecto no reenvía a una enunciación pasada  sino presente... todo ocurre pues como si estos verbos, empleados por el locutor en presente fuesen portadores de una carga de agresividad con respecto al interlocutor....esta eufemización se traduce por un desplazamiento del presente de enunciación hacia el imperfecto; el deseo queda entonces excluido de la actualidad, mandado hacia un pasado ficticio: está enunciado pero “desactivado “, menos actualizado”.

 

En cuanto al  concepto de realidad del locutor, “está constituida por aquello que su discurso representa como hechos contemporáneos y/o anteriores al momento de la enunciación” Haillet (2002: 7-8), o sea que si se comparan (10a), (10b), (10c) y (10d)

 

 

(10a) Je veux te connaître. (Quiero conocerte.)

 

(10b) Je voulais te connaître. (Quería conocerte.)

 

(10c) Je voudrai te connaître. (Querré conocerte.)

 

(10d) Je voudrais te connaître. (Quisiera/querría conocerte.)          

 

 

Se interpretan (a) y (b) como pertenecientes a la realidad del locutor puesto que  representan el proceso “yo-querer-conocer-te” como contemporáneo (a)  o anterior (b) al momento de la enunciación, mientras que (c) y (d) lo sitúan en un momento “posterior”, ni anterior ni contemporáneo  al momento de la enunciación, aún no vivido, ajeno a su realidad. Las formas verbales futuro y condicional comparten la propiedad de situar el proceso fuera de la realidad. Pero mientras que con el futuro se supone que basta con que pase el tiempo  para que el locutor quiera conocer a su interlocutor, el condicional no indica que sea cuestión de tiempo sino de actitud del locutor con respecto a la petición.

 

Si se oponen (a) y (d), se observa que en ambos el locutor quiere conocer –ahora-  a su interlocutor: no hay diferencia temporal, pero hay diferente actitud por parte del locutor de (d). El condicional suele marcar la no pertenencia  del proceso a la realidad. Con su empleo el proceso aparece como desrealizado, o lo que es lo mismo, ajeno a la realidad del locutor. El condicional “que modifica  la asunción  de su enunciado por parte del enunciador produce, por eso mismo, un efecto de “irreal” Maingueneau (1981: 84).

 

Desde el punto de vista formal, el enunciado que presenta una atenuación puramente verbal  solo se diferencia  del enunciado correspondiente no atenuado por la forma verbal.

 

3.1. El imperfecto de atenuación

 

A parte de su valor temporalaspectual que sitúa el proceso en un segmento cronológico anterior al acto de enunciación y cuyos límites no están cerrados, como en (11),  el imperfecto del indicativo tiene varios valores modales, que se pueden resumir, siguiendo a Anscombre (2004: 76 sg.), en tres tipos:

 

El llamado imperfecto atenuante propiamente dicho que aparece en peticiones realizadas dando un rodeo bajo forma de aserción como en (12), (13a) o (13b) y el imperfecto denominado comercial que aparece en peticiones realizadas dando un rodeo bajo forma interrogativa como en (14)

 

El imperfecto lúdico que consiste en afirmaciones que se han de realizar en el futuro como en (15).

 

El imperfecto hipocorístico, como en (16), que puede aparecer acompañado de silepsis de persona, o bajo forma de aserción, exclamación o interrogación.

 

(11)Ce matin, elle pleurait. (Esta mañana, estaba llorando.)

 

(12) Je désirerais partir. (Desearía  marcharme.)

 

(13a) Il me fallait un rendez-vous pour demain. (Necesitaba una cita para mañana)

 

(13b) Il me fallait obtenir un rendez-vous pour demain. (Necesitaba conseguir una cita para mañana)

 

(14) Vous désiriez quelque chose? (¿Deseaba usted algo?)

 

(15)Toi tu étais le gendarme, et moi, le voleur. (Tu eras el policía, y yo, el ladrón.)

 

(16)Il était beau le chien-chien à sa mémère! (¡Qué guapo era mi chuchín!)

 

El efecto atenuante propiamente dicho del imperfecto, que consiste en efectuar “educadamente” una petición, no se da con cualquier verbo. Según Anscombre “estos se reparten  grosso modo en cinco categorías:

 

a) Verbos próximos a los auxiliares o semi-auxiliares: vouloir, avoir besoin de,  avoir  à, falloir, tenir à.

 

b) Verbos de movimiento: venir, passer.

 

c) Verbos de sentimientos: souhaiter, désirer.

 

d) Verbos de estados psicológicos: se proposer de, avoir l’intention de, avoir envie de, réfléchir, penser,

 

e) Verbos de “tentativa” : téléphoner, chercher, appeler. »

 

 

Desde el punto de vista morfosintáctico, todos los usos del imperfecto con valor atenuante propiamente dicho presentan explícita o implícitamente  una estructura de oración compuesta que consta de principal y de completiva infinitiva.  Es decir que en (13a) se puede  considerar la presencia implícita de obtenir según aparece en (13b).

 

Desde el punto de vista de la persona, el verbo de la principal aparece en primera persona -del singular o del plural- o similar, es decir que en un ejemplo como (69a), el giro Il me fallait, a pesar de ser “impersonal”  tiene un deíctico, o lo que es lo mismo: “el deíctico de la principal debe reenviar a la persona que está hablando para que se pueda expresar el valor característico de petición del imperfecto atenuante” Anscombre (ibid.: 81)

 

Todo imperfecto atenuante se puede conmutar con el presente del indicativo manteniendo su valor de petición, es decir que (1b) je voulais te voir admite (1a) je veux te voir (donde la petición efectuada en  presente es más abrupta y agresiva que en imperfecto) y nunca admitiría conmutar con un futuro. Desde el punto de vista de la modalidad de enunciado (asertiva, interrogativa, imperativa, exclamativa) las atenuaciones propiamente dichas solo pueden formularse bajo forma de aserción. En definitiva, se puede decir que el imperfecto atenuante sirve para realizar educadamente una petición. La  petición, según Anscombre (1980) es “un acto general, que conlleva como casos particulares la demanda (petición realizada en el interés del locutor), y la oferta (petición realizada en el interés del destinatario).” El imperfecto atenuante propiamente dicho y el comercial se diferencian fundamentalmente por dos características: mientras el imperfecto atenuante aparece siempre en primera persona y bajo forma de aserción, el imperfecto comercial aparece siempre en segunda persona y bajo forma de interrogación.

 

La ley del discurso que rige los enunciados con imperfecto de atenuación es “la afirmación de una necesidad es una demanda de satisfacción de ese deseo”, y el imperfecto es un hipermarcador de derivación (Anscombre: 1981), es decir  una marca que manda –sin dejar la posibilidad de “escabullirse”- una interpretación dada. En este caso obliga a interpretar la expresión de un deseo no satisfecho en el pasado a  la expresión (educada) de una petición actual. La educación, en el caso de una petición, es el rodeo de la misma, lo cual no quiere decir que el rodeo sea siempre educado.

 

3.2. El condicional de atenuación

 

El condicional  tiene, de la misma manera que el imperfecto de indicativo, distintos  valores: temporal (17), hipotético (18a) y (18b), marcador de alteridad (19)),  atenuante (20) y (21).

 

 

(17) Deux jours plus tard, à Bagdad, le jeûne supposerait la fin des attaques. (Dos días después, en Bagdad el ayuno supondría el fin de los ataques.)

 

(18a) Si tu venais on irait au cinéma. (Si vinieras iríamos al cine.)

 

(18b) Si tu étais venu on serait allé au cinéma. (Si hubieses venido habríamos ido al cine.)

 

(19) D’après Marie, Pierre partirait demain. (Según Maria, Pedro se iría mañana)

 

(20) Je voudrais connaître ton fiancé. (Quisiera/querría conocer a tu novio.)

 

(21) Tu devrais te laver les mains. (Deberías lavarte las manos)

 

 

Según Foullioux & Tejedor (2004: 112, sig.), la descripción de los mecanismos de rodeo que desencadena el uso del condicional de atenuación consiste en interpretar el enunciado como lugar en el que se inscriben  -por lo menos- dos puntos de vista distintos sobre el proceso. Al punto de vista formulado en condicional simple le corresponde un punto de vista formulable en presente del indicativo y al punto de vista formulado en condicional compuesto le corresponde un punto de vista que se podría formular en pretérito perfecto. Paralelamente, el uso del condicional de atenuación produce un determinado tipo de efecto discursivo, así pues,(20) es una petición educada mientras que (21) es una crítica velada con petición educada.

 

En (20),  el locutor-autor representa al locutor-objeto como protagonista de un proceso desrealizado. Es decir que yo-ahora-autor del enunciado representa a yo-objeto del enunciado como actante de un proceso que no pertenece a la realidad. Si alguien dice “quisiera” conocer a tu novio, se entiende perfectamente que quiere conocer al novio en cuestión, es decir que  se interpreta el punto de vista subyacente como actual y real. El mecanismo es comparable con el del imperfecto atenuante en tanto en cuanto una aserción en presente se ve más agresiva que la misma en condicional.

 

Esto se explica considerando que el punto de vista subyacente constituye un argumento que favorece una conclusión implícita del tipo “preséntamelo”. Este encadenamiento se infiere de la norma socialmente admitida, según la cual “cuando se formula  un deseo, se espera que ese deseo se satisfaga”:

 

(20) Je voudrais connaître ton fiancé

 

PVS: Je–veux-connaître-ton-fiancé

 

Conclusión: présente-moi ton fiancé

 

El condicional simple  de atenuación impone -por lo menos- un punto de vista subyacente en presente del indicativo. En los casos en los que la forma verbal está en primera persona, el locutor-autor se distancia con respecto del punto de vista subyacente y representa el proceso como no perteneciente a su realidad en el momento de la enunciación, y ese efecto desrealizante es lo que le permite evitar que se le atribuya la paternidad de un punto de vista “agresivo”.

 

Cuando el locutor no constituye el tema de su enunciado,  en un primer nivel de análisis no es pertinente la distinción entre locutor-autor y locutor-objeto. Si el verbo aparece en forma impersonal como en  (22), tiene lugar un doble rodeo, un doble distanciamiento por parte del locutor:

 

(22) Il conviendrait de rappeler au gouvernement qu’il y a trop de morts.

 

(Convendría recordarle al gobierno que hay demasiados muertos.)

 

PVS: Il- convient- de- rappeler

 

PVS’: Je- rappelle

 

Conclusión: Le gouvernement doit agir

 

En efecto, a través  de (22),  el locutor no deja de  hacerle, de forma doblemente disimulada, puesto que hay doble distanciamiento, un reproche al gobierno. El uso del condicional  representa el proceso como no integrado a la realidad, lo cual constituye un primer distanciamiento que permite evitar la aserción correspondiente il- convient-de-rappeler.

 

El segundo distanciamiento se manifiesta por el mero hecho de recurrir a la forma impersonal. Los enunciados impersonales muestran una aparente “desaparición enunciativa” (que Vion: 2001b llama effacement énonciatif:),  y dan así  la sensación de representar el mundo directamente, objetivamente, sin marca de locutor alguna; según Vion, esta desaparición de  marcas personales conduce a una ausencia enunciativa que produce una ilusión de verdad “científica”, o al revés, que remite a una voz plural o halo polifónico que representa el sentido común o el acerbo de una sociedad.

 

En este ejemplo, el uso de la forma impersonal evita que aparezca como tema del enunciado el locutor-objeto  en un proceso contemporáneo al ahora de la enunciación. Este segundo distanciamiento permite disimular un punto de vista aún  más agresivo je-rappelle, donde el “recordatorio” formulado al gobierno  sería real y actual con respecto al momento de la enunciación.

 

Este segundo punto de vista constituye un argumento que favorece una conclusión implícita del tipo “el deber del gobierno es actuar “, a la que  lleva  la norma socialmente admitida según la cual “se le recuerda algo a alguien para que pueda actuar en consecuencia”. Al permanecer implícito este encadenamiento argumentativo, el locutor siempre puede eludir responsabilidades. No asume el reproche formulado al gobierno puesto que el proceso  queda atribuido a “otro” y  fuera de la realidad, con lo que el locutor consigue parecer respetuoso:”Ainsi l’image du locuteur est préservée de toute attaque, il projette un ethos positif d’individu non agressif tout en essayant d’obtenir l’effet qu’aurait une injonction” (Tejedor;2004).

 

Otro caso, más complejo aún, es el del condicional  de los verbos devoir y pouvoir deónticos que admiten respectivamente las paráfrasis “tener la obligación de” y “ser capaz de”. El efecto atenuante no se debe exclusivamente al uso del condicional sino a su combinación con estos dos verbos. Estas combinaciones sirven para atenuar –simultáneamente- una culpación y una agresión como en el siguiente ejemplo:

 

(23) Tu aurais pu dire au revoir. (Podías haberte despedido.)

 

Paráfrasis: Si tu avais fais ce que tu étais capable de faire, tu aurais dit au revoir (Si hubieses/ras hecho lo que eras capaz de hacer, te habrías despedido)

 

Este tipo de enunciados en condicional compuesto admiten por  paráfrasis  una estructura hipotética con prótasis en pluscuamperfecto del indicativo y apódosis en condicional pasado, en este caso “Si tu avais fait ce que tu étais capable de faire, tu aurais dit au revoir”.

 

Desde el punto de vista sintáctico, es habitual que este tipo de enunciado no tenga prótasis puesto que sería redundante. La prótasis solo sirve para exponer los criterios de validez de la apódosis, es decir que en un enunciado como (74b) “Si tu étais venu on serait allés au cinéma”, la prótasis “si tu étais venu” sirve para crear un marco imaginario en el que el proceso de  la apódosis “on serait allés au cinéma” se hubiese podido realizar, pero nunca tuvo lugar.

 

Por otra parte, pouvoir deóntico tiene la propiedad de remitir directamente a la norma social comúnmente admitida  según la cual y de manera general “cuando se puede hacer algo, hay que hacerlo”. No es pues de extrañar  que se obvie una prótasis que lo único que hace es recordar algo que todos sabemos: “Tu aurais pu dire  au revoir”  no necesita para nada la prótasis correspondiente “si tu avais fais ce que tu pouvais faire”, ya que lleva incluido pouvoir deóntico.

 

Paralelamente, en  estos enunciados se  imponen dos puntos de vista  subyacentes: PVS1 y PVS2 en pretérito perfecto y con polaridad negativa que corresponden respectivamente a la prótasis y a la apódosis:

 

(23) Tu aurais pu dire au revoir. (Podías haberte despedido.)

 

Paráfrasis: Si tu avais fais ce que tu pouvais faire, tu aurais dit au revoir.(Si hubieses/ras hecho lo que eras capaz de hacer, te habrías despedido)

 

PVS1tu-n’as-pas-fait-ce-que-tu-pouvais-faire.(no-has-hecho-lo-que-podías- hacer)

 

Conlusión1-culpanteà “Tu as enfreint une norme morale, donc tu es coupable”(Has infringido una norma moral, luego eres culpable)

 

PVS2 tu-n’as pas-dit-au revoir (no-te-has-despedido)

 

Conclusión2-agresivaà “Tu es mal élevé”  (eres mal educado)

 

 

Estos dos puntos de vista se pueden interpretar como argumentos que favorecen respectivamente la Conlusión1-culpante “Tu as enfreint une norme morale, donc tu es coupable” y la Conclusión2-agresiva “Tu es mal élevé”.  El paso de argumento a conclusión-1 viene dado por la norma social,  también llamada hiperdoxa, (Foullioux; 2003b), sugerida por el valor deóntico de pouvoir:si puedes, debes”. Y el paso a conclusión-2 se realiza en base a la norma o doxa (ibid.) que nos dicta que “para ser correcto hay que despedirse”.

 

Esta estructura poder-deóntico (condicional compuesto) + infinitivo constituye la atenuación de una culpación más abrupta que la misma formulada con deber-deóntico. Hay una diferencia notable entre “deberías haberte despedido “y “podrías haberte despedido”: aún siendo ambas fórmulas culpantes, el uso de deber siempre le deja una escapatoria al  “culpable”, mientras que con poder no le deja ninguna. Frente a “Tu aurais dû dire au revoir” cabe la  justificación   “ya sé que debía, pero es que no tuve ocasión porque…”, mientras que el uso de poder imposibilita la justificación: difícilmente cabe  “*ya se que podía pero no debía”, el interlocutor queda arrinconado y solo puede callar, o refutar agresivamente  algo como “claro que podía, pero no me daba la gana” o como “¿y tú quién  eres para decirme lo tengo que hacer?”.

 

En definitiva, el uso del condicional de atenuación es un rodeo que permite pedir  educadamente con o sin culpación. El proceso queda representado como ajeno a la realidad del locutor mientras que los puntos de vista subyacentes no solo pertenecen a la realidad  sino que constituyen argumentos a favor de un determinado tipo de conclusiones. En algunos casos el efecto de atenuación viene dado por el mero uso del condicional y, en otros, por la combinación de léxico (deber, poder,..) y condicional.

 

4. Las marcas de atenuación léxicas: mecanismos y efectos discursivos

 

                Las marcas léxicas de atenuación  se subdividen  en dos grupos: por una parte están las adverbiales entre las cuales se encuentran desde simples adverbios como, por ejemplo, juste hasta locuciones adverbiales como à mon avis, selon moi o pour moi, y, por otra, las léxicas como por ejemplo la negación de un elemento  marcado negativamente .

 

4.1. Adverbios y locuciones adverbiales

 

4.1.1. Juste

 

Según el Trésor de la Langue Française (tomo 10,1983) juste, en su uso adverbial, tiene cuatro valores: 1.”conforme a la realidad, como conviene, sin error” (raisonner juste, toucher juste); 2.”con exactitud, precisión, rigor (calculer/viser juste, chanter juste); 3. “marca  una correlación, una coincidencia: precisamente, exactamente (c’est juste le contraire , juste à ce moment,, juste à côté); 4. “con valor restrictivo, exactamente pero sin más; solo, a penas” ( avoir juste le temps, venir juste de, avoir juste de quoi vivre).

 

Leeman (2004:17) distingue, dentro del valor 4 “solo, a penas”, un uso atenuante, es decir un uso de juste como adverbio de enunciación que le permite al locutor presentar el contenido del enunciado como carente de la importancia que pudiera darle su interlocutor. En su ejemplo:

 

(24) A.-Tu es prête? (¿Estás lista?)

 

        B.- Je ferme juste les fenêtres. (Solo me falta  cerrar las ventanas.)

 

B ha calculado  que si  contestaba « cierro las ventanas », A podría pensar que todavía le quedaba un rato largo, con lo cual se impacientaría; sin embargo, con la agregación de juste, B logra minimizar el alcance del proceso, impide llegar a una conclusión negativa y, en definitiva,  tranquiliza al interlocutor. Esta minimización no es negativa, es decir que no trae consigo un juicio desfavorable por parte del locutor sobre el contenido del enunciado sino que, al revés, supone un juicio restrictivo, algo parecido a “no tiene importancia”. Su objetivo consiste en llevar al interlocutor a una conclusión positiva induciéndole a ajustar la interpretación de lo dicho. Lo mismo pasa en (25) o en  (26):

 

(25) C’est juste un ami. (Solo es un amigo)

 

donde  juste  señala la restricción y viene a decir “no te preocupes, que no es mi novio; no me interpretes mal, no saques una conclusión equivocada”. También se aprecia este valor de inversión argumentativa en el siguiente ejemplo:

 

(26) Je veux juste te demander un service. (Solo te quiero pedir un favor)

 

Aquí, suponiendo que un colega irrumpa en el despacho de otro, juste significa “mi irrupción es puntual, no es mi intención molestarte más de lo estrictamente necesario”… La restricción no incide sobre el contenido de lo dicho sino sobre el efecto que pueda producir: juste está ahí para contrarrestar de antemano lo que pueda pensar (y temer) de mi actuación el interlocutor” (Leeman, ibid.:19). En definitiva, juste tiene un uso específicamente atenuante que sirve para evitar que el interlocutor saque conclusiones negativas: tiene un efecto tranquilizador a priori.

 

 

4.1.2. A mon avis, selon moi, pour moi.

 

Estas locuciones adverbiales (selon moi, pour moi, d’après moi,à mes yeux, à mon avis, à mon sens, à ma connaissance, à mon sentiment, de mon point de vue, d’après ce que je sais, à ce que je crois, à ce que je pense) se denominan  “adverbios de opinión fuerte”  (Borillo, 2004:31) para diferenciarlos de los adverbios «de opinión » (personnellement, en ce qui me concerne, pour ma part, quant à moi,…) que solo se comportan como  adverbios de opinión « fuerte » si en el enunciado en el que aparecen se hace explícitamente referencia al universo mental del locutor, es decir si están asociados a verbos de pensamiento, creencia o enjuiciamiento. Esta diferencia se aprecia en los ejemplos (27a), (27b) y (28a), (28b): à mon avis es “fuerte” en tanto en cuanto rechaza  -por redundante- la asociación con un verbo de pensamiento, mientras que personnellement la necesita.

 

(27a) A mon avis, il a tort. (En mi opinión, no tiene  razón)

 

(27b) *A mon avis, je pense qu’il a tort. (* En mi  opinión, pienso que no tiene razón)

 

(28a) Personnellement, je pense qu’il a tort. (Personalmente, pienso que no tiene razón)

 

(28b) * Personnellement, il a tort. (*Personalmente,  no tiene razón)

 

Los adverbios de opinión fuerte son marcas de modalidad epistémica en tanto en cuanto le permiten al locutor señalar su opinión personal,  es decir dejar constancia de su subjetividad. Con estos adverbios, el locutor marca en qué medida considera verdadero lo que dice, ya que le permiten dejar traslucir alguna duda o, al revés, afirmar su creencia frente a lo dicho.

 

Desde el punto de vista morfosintáctico, estos adverbios presentan siempre un elemento deíctico de  primera persona (me, moi, mon, ma, mes, je), que señala que tanto la enunciación como el universo de creencia refieren a la misma persona: el locutor asume lo dicho y le otorga un valor de verdad en la medida de sus conocimientos o de sus creencias.

 

Desde el punto de vista pragmático, esta forma de señalar que su punto de vista  es claramente subjetivo es una manera de atenuar lo dicho: muestra prudencia, bien sea con respecto de la verdad de lo que dice, o bien sea con respecto de los juicios que introduce en su discurso.

 

Cuando el locutor recurre a este tipo de adverbio, suele corresponder con su deseo de minimizar o de atenuar el efecto excesivamente categórico o directo que pudiera tener su discurso. Al dejar claro que lo que dice es subjetivo, indica que solo se trata de una opinión entre otras tantas, con lo cual le deja al interlocutor la posibilidad de no estar plenamente de acuerdo con él. A demás, y, sobre todo, puede retractarse de lo dicho en cuanto sea necesario; incluso puede utilizar un factor de inversión como mais o de restricción como cependant , toutefois, que abren una perspectiva diferente, compatible con la idea de que se haya podido equivocar como en (29) y (30):

 

(29) A mon avis  il va pleuvoir; mais on verra bien. (En mi opinión va a llover; pero ya se verá.)

 

(30) Pour moi, ils finiront par se marier, cependant on ne sait jamais. (Para mi que se van a casar, pero nunca se sabe.)

 

El efecto de atenuación de los adverbios de opinión fuerte se ve muy a menudo reforzado por marcadores de restricción como du moins o tout au moins, que refuerzan explícitamente  la atenuación, como en (31):

 

(31) Elle est ravissante, du moins à mon avis. (Es guapísima, por lo menos en mi opinión.).

 

Desde el punto de vista semántico, según demuestran Coltier&Dendale (2004:41, sig.), selon moi, pour moi y à mon avis, presentan interesantes diferencias : al  utilizar pour moi, el  locutor habla ante todo de si mismo, se describe, y marca que su aserción es su verdad, independientemente de la realidad del mundo: “solo cuenta lo que cree o quiere creer L” (Ibid.:51), mientras que selon moi y à mon avis señalan que la aserción está pendiente de verificación y que esta última no depende exclusivamente de su voluntad u opinión. Selon moi notifica, a demás, que lo dicho está sopesado y meditado, o lo que es lo mismo, que es fruto de una reflexión. Por su parte, à mon avis, tiene una función intersubjetiva de la que carecen los otros dos:tiene la capacidad de iniciar de hecho un diálogo, sometiendo lo dicho a la ratificación de su interlocutor (no es casualidad si, por norma general, cuando uno empieza diciendo à mon avis es que nadie le ha preguntado por su opinión).

 

En definitiva, los llamados adverbios de opinión fuerte, que constituyen  una subcategoría de los adverbios epistémicos, son capaces de desempeñar, en discurso, la función pragmática de atenuación. Con ellos, el  locutor, señala que representa y asume su punto de vista personal, es decir subjetivo y relativo, donde cabe la duda; en consecuencia, matiza lo categórico que pudiera tener su aserción, reservándose a demás la posibilidad de rectificar e incluso de retractarse si fuese necesario.

 

 

4.1.3. La negación de un adjetivo marcado negativamente

 

                Cuando el locutor opta por negar un adjetivo marcado negativamente, manifiesta sistemáticamente su “reticencia a emplear la aserción positiva equivalente” (Lilti; 2004: 100, sig.), véanse los  ejemplos (32), (33) y (34)

 

(32) Ce plan va réussir. (Este plan va a funcionar)

 

(33) Il est possible que ce plan réussisse. (Es posible que funcione este plan.)

 

(34)Il n’est pas impossible que ce plan réussisse. (No es imposible que funcione este plan.)

 

                En (32) la aserción es totalmente optimista, en (33) se aprecia una marca de modalidad subjetiva epistémica, es posible que, que puede expresar la duda o incluso cierto grado de reticencia del locutor a considerar que vaya a funcionar el plan, y (34) constituye una atenuación,  “un grado reticencia suplementario: en vez de la constatación objetiva de una posibilidad, tenemos la expresión de una concesión virtual, algo como: “no es imposible que funcione, pero no está nada claro” o “ no es imposible que funcione pero me cuesta imaginarlo”” (ibid.:111).

 

En efecto, la negación de un elemento marcado negativamente supone no dar por totalmente válida la aserción positiva correspondiente, sino un claro posicionamiento de distancia frente a ella: es un si “con la boca pequeña”, un si…pero no del todo, es decir que conlleva una concesión implícita.

 

Un enunciado como (34) reenvía al punto de vista positivo subyacente es-posible-que-funcione-este-plan frente al cual se distancia el locutor por medio de la negación; por otra parte, desde el punto de vista argumentativo, existe una diferencia de fuerza entre la negación del elemento marcado y la aserción positiva correspondiente: es mas fuerte “es posible” que “no es imposible”, es decir que es más categórico el elemento sin marcar que el elemento marcado, o lo que es lo mismo, la negación del elemento marcado negativamente es una versión atenuada del elemento sin marcar y supone que el locutor considera una  graduación .

 

                En las estructuras  concesivas, el primer argumento -que se baraja como posible en vista de una primera conclusión- no se utiliza puesto que se concluye según el segundo argumento (argumento decisivo), de orientación opuesta al primero. En el ejemplo (35), “este plan es difícil” es un argumento  que conduce a una conclusión negativa de tipo “no lo acepto”, mientras que “este plan no es imposible” es el argumento decisivo que conduce a la conclusión positiva “lo acepto”.        

 

                (35) Ce plan est difficile, mais il n’est pas impossible, donc je l’accepte. (Este plan es difícil, pero no es imposible, luego lo acepto.)

 

                Para que haya concesión, tiene que haber compatibilidad entre los dos argumentos, a pesar de que su orientación sea inversa. En este caso, decir que una cosa no es imposible supone que sea posible, y por mucho que una cosa sea difícil no deja de ser posible. Al resultar menos categórico “no es imposible” que “es posible” se reduce la distancia entre los dos argumentos ya que queda debilitado el argumento decisivo.

 

Se puede decir que la negación del elemento marcado negativamente acentúa la compatibilidad entre los dos argumentos. De hecho, es muy habitual que aparezca la negación del elemento marcado negativamente en el argumento “decisivo” de una concesión explícita puesto que, al reducir la distancia entre los argumentos, es un procedimiento de atenuación que facilita, “suaviza” un razonamiento concesivo.

 

En el ejemplo (35), lo que niega el locutor es la radicalidad de la imposibilidad y eso es lo que permite una posibilidad “débil”. De la misma manera, lo que  niega en (36) es la radicalidad de la intolerabilidad y es lo que permite que sea  difícilmente tolerable, pero tolerable al fin de cuentas:

 

(36) Le comportement de Jacques n’est pas intolérable. (El comportamiento de Jaime no es intolerable.)

 

(37) Pour l’instant, le comportement de Jacques n’est pas intolérable. (Por ahora, el comportamiento de Jaime no es intolerable.)

 

El efecto discursivo de (36), suponiendo por ejemplo que se lo dice el tutor de Jaime a sus padres, es tranquilizante, algo parecido a “lo que ha hecho no es tan grave, tampoco  vayan a dramatizar pensando que vamos a echar a su hijo del colegio”. Pero basta con que añada “pour l’instant” como en (37) para este enunciado pueda  convertirse en un aviso o amenaza velada, formulable  como “pero…ya puede ir cambiando su actitud en clase si no quiere que ocurra”. En ambos casos la negación del elemento marcado negativamente constituye una marca de atenuación.

 

En definitiva, al negar un elemento marcado negativamente, el locutor se distancia con respecto de la aserción positiva equivalente: esta expresa el punto de vista subyacente que el locutor no quiere asumir por resultarle excesivamente categórico. Desde el punto de vista argumentativo, el elemento marcado negativamente tiene menos fuerza que el elemento sin marcar, lo que explica que este procedimiento tenga una función pragmática de atenuación y siempre conlleve un mecanismo de concesión implícita o explícita.

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

 

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Arrivé, M. et al. (1986): La grammaire d’aujourd’hui. Guide alphabétique de linguistique française, Flammarion. Paris.

 

Borillo, A. (2004): »Les adverbes d’opinion forte » selon moi, à mes yeux, à mon avis…: point de vue subjectif et effet d’atténuation », Langue française 142, 31-40

 

Coltier, D., (Dendale, P. (2004): « La modalisation du discours de soi : éléments de description sémantique des expressions pour moi selon moi, et à mon avis. » Langue francaise 142, 41-57

 

Ducrot, O. (1972 reed.1984) Dire et ne pas dire, Paris, Hermann.

 

Ducrot, O. (1984): Le dire et le dit. Les éditions de minuit, Paris.

 

Foullioux, C (2003): « Le mode verbal et l’atténuation: à propos de devoir », Le Français d’hier et d’aujourd’hui », U.C.M.Madrid.

 

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Haillet, P.P. (2002) : Le conditionnel en français : une approche polyphonique. Paris, Ophrys.

 

Haillet, P.P. &al. (2004) : Procédés de modalisation: l’atténuation, Langue française 142

 

Leeman, D. (2004): « L’emploi de juste comme adverbe d’énonciation », Langue francaise 142, 17-30.

 

       
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3 décembre 2012

typologie des modalités

 

La typologie des modalité

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Le terme de modalité est surchargé de significations. Les définitions que l’on propose pour ce terme pourraient être réduites à trois types essentiels :

 

  • pour A. Martinet[1], la modalité décrit “une manière d`être » du procès ou de la substance « nominale », le temps, l`aspect, le mode sont des modalités « verbales ».

 

  • en grammaire générative le symbole Modalité est l`un des constituants immédiats de la phrase, qui lui confère à celui-ci son statut spécifique, assertif, interrogatif, exclamatif, impératif. Pour distinguer ce type de modalité des autres manifestations de la modalité on utilise le terme de modalités d`énonciation(A. Meunier)

 

  • La troisième définition de la modalité se rapport à une modification du prédicat qui fait intervenir l`attitude du sujet parlant par rapport au contenu de l`énoncé. Ainsi, pour Bally, la modalité désigne un ensemble d`éléments qui indiquent que le dictum est jugé, réalisé ou non, désiré ou non, accepté avec joie ou regret par le sujet, parlant ou pas quelqu`un d`autre que le sujet parlant. Pour d`autres chercheurs, la modalité est une catégorie logico-sémantique qui représente une manière d`envisager le prédicat de la phrase comme vrai, comme nécessaire ou contingent, comme probable ou possible.

 

E. Benveniste définit la  modalité comme «  une assertion complémentaire pourtant sur l`énonce d`une relation »

 

La définition proposée par B.Pottier se rapporte à la fonction essentielle de la modalité d`exprimer l`attitude du locuteur : « une modification du prédicat par le sujet ». Pour distinguer la modalité conçue dans ce sens de la Modalité, symbole de la représentation de la phrase en grammaire générative, on a proposé le terme de « modalité d`énoncé ». (A.Menuier)

 

L`étude syntaxique des modalités pourrait être abordée de plusieurs points de vue. Les modalités peuvent être considérées comme des prédicats modaux abstraits. Les principaux prédicats de ce type sont : savoir, devoir, pouvoir, vouloir. Pour A.J.Greimas, ces prédicats se réduisent à deux fonctions essentielles : faire et être qui donnent naissance à deux formes possible d`énoncés élémentaires : les énonces de faire et les énoncés d`état. Les deux modalités ressortissent au verbe devoir : devoir faire et devoir être qui expriment respectivement l`obligation (modalités déontique) et la nécessité (modalités aléthiques).

 

Il en résulte que les prédicats modaux sont les mêmes, ce qui est différent, c`est la nature des énoncés modaux. Il y a donc une logique qui repose sur le dispositif modal du devoir faire et une logique issue du devoir être.

 

Les modalités peuvent être analysées aussi du point de vue de leurs valeurs : certitude, possibilité, obligation. Un système qui peut servir de cadre à une classification sémantique des modalités est fourni par la logique traditionnelle qui dispose des valeurs modales en carrés logiques. Il y a ainsi des modalités qui se rapportent à la vérité des états de choses ou modalités aléthiques(nécessaire, contingent, possible, impossible).

 

La pensée modale peut se rapporter à la connaissance que le sujet d`énonciation a des choses et des phénomènes. On parle dans ce cas de modalités épistémiques(certain, contestable, exclu, plausible).

 

Si, dans l`analyse des modalités, on fait intervenir les relations interpersonnelles, la nécessité s’exprime en termes d`obligation : ce sont les modalités déontiques (obligatoire, facultatif, interdit, permis).

 

On peut ajouter aussi des nuances modales relatives à l`expérience subjective du locuteur qui se traduit sur le plan des désirs et des souhaits : c`est le domaine de la logique désidérative. On peut également se rapporter à la volonté du sujet : on parle alors de logique volitive, centrée autour du prédicat vouloir. Ces modalités sont des modalités virtualisantes qui s`opposent aux modalités actualisantes.

 

Si l`on prend en considération les énoncés qui sont des évaluations sur les objets fondées sur l`opposition bon/mauvais on pénètre dans le champ de la logique affective. Les relations entre la logique affective et le langage se manifestent dans les différents procédés à a l`aide desquels on exprime les nuances péjoratives ou mélioratives (favorable/défavorable) que peuvent acquérir les énoncés.

 

Bien que ces oppositions puissent offrir à l`étude des modalités un cadre très générale, il est très difficile sinon impossible de mettre toujours en rapport direct les valeurs logiques et les réflexes linguistiques de ces valeurs modales.

 

 

 

 

  • LES MODALITES ALETHIQUES

 

 

Ces modalités se laissent disposer selon un carré logique dont le terme de base est le terme nécessaire, les autre termes étant définis à partir du terme de base avec l`aide de la négation :

 

Nécessaire--------contingent (non-nécessaire)

 

Possible (non nécessaire que non)-----------impossible (nécessaire que non)

 

L`expression linguistique des termes de ce quaterne pose des problèmes difficiles parce que le sens usuel des adjectifs qui désignent des prédicats modaux peut être différent de la valeur modale. Ainsi, la signification courante de l`adjectif possible n`est pas aléthique mais épistémique, car possible s`oppose à certain plutôt qu`à nécessaire. De même l`adjectif nécessaire traduit une valeur déontique et non une valeur aléthique, étant synonyme de obligatoire.

 

La modalité nécessaire, représentée par le prédicat abstrait devoir être, est lexicalisée en français par des adjectifs et des adverbes modalisants tels que : inévitablement, nécessairement, immanquablement, inéluctablement, infailliblement, inévitablement.

 

« Cette vie vers laquelle l`achemine inéluctablement chaque jour« (S. de Beauvoir)

 

La valeur modale « possible » est lexémisée par l`adjectif possible, mais cet adjectif peut exprimer aussi une modalité épistémique opposée à certain, le modalisant possibleapparaît en position de coverbe ou d`operateur de phrase régissent le subjonctif :

 

« Il est possible qu`il fasse froid cette nuit».

 

En présence d`un nombrant qui oriente le sens de possible vers celui de probable, on peut avoir dans le dictum un verbe à l`indicatif :

 

« Il est fort possible qu`il fera froid cette nuit».

 

Possiblepeut être un modalisant d`affectivité (étonnement, surprise, indignation).

 

Est-ce possible ?

 

Le verbe pouvoirest l`expression verbale de plusieurs valeurs modales, suivant qu`il apparaît dans une construction personnelle ou impersonnelle.

 

Dans les constructions à sujet personnel, animé ou non animé, pouvoir est le marqueur de la possibilité interne « être capable de », « en état de».

 

« La paix pouvait facilement se métamorphoser en hostilités» (Le Clézio)

 

Le conditionnel du verbe savoir à la forme négative est un synonyme littéraire du verbe pouvoir.

 

Le verbe savoir opère comme synonyme de pouvoirdans des phrases qui montrent l`intensité de l`action :

 

« Elle pleurait tout ce qu`elle savait».

 

Il n`existe pas en français un terme positif pour exprimer la valeur modale « impossible ». Cette idée est lexémisée à l`aide de la negativisation des termes qui expriment la possibilité : l`adjectif possible-impossible : le verbe pouvoir.

 

« Il paraissait impossible qu`elle résistât longtemps a ce traitement».

 

Le terme modal de contingent est pris souvent en un sens neutre. Il désigne ce qui n`est ni nécessaire ni impossible. Le principal moyen dont dispose le français pour exprimer cette valeur modale est le verbe pouvoir, le plus souvent à la forme pronominale impersonnelle.

 

Un autre actualisateur de l`aléatoire est en français le verbe arriverà la forme impersonnelle et au présent.

 

 

  • LES MODALITES EPISTEMIQUES

 

Les modalités de ce type sont disposées suivant un carré logique qui peut prendre pour base la valeur certainet obtenir les autres valeurs à l`aide de l`opérateur négatif :

 

Certain-------douteux (non certain)

 

Probable (indécis) (non certain que non)------exclu (certain que non)

 

Les modalités épistémiques sont actualisées par des modalisants de valeur positive ou par des modalisants négativités. Ainsi, la valeur « certain » est exprimée soit par l`adjectif certain, soit à l`aide de la negativisation du nom certain : il n`est pas douteux que.

 

D`autres valeurs modales épistémiques telles que « vérifié, faux, indécis «  peuvent avoir des réflexes linguistiques trèsmenacés en engageant le langage de la perception.

 

L`hypothèse conformément à  laquelle tout énoncé, quel qu`il soit a une dimension épistémique pose le problème des opérateurs épistémiques fondamentaux. Cette dimension épistémique obligatoire de l`énoncé doit être ou bien celle de l`opinion, prédicat logique croire ou bien celle de savoir. Toute énonciation s`inscrit entre les deux pôles de la certitude ou de l`incertitude du locuteur. Certains énoncés explicitent par des lexèmes déterminés ces modalités, tandis que d`autres énoncés ne présentent en surface aucun marqueur modalisant de ce type. Ces énoncés ont une modalité implicite qui peut être interprétée soit comme une modalité croire, soit comme une modalité savoir. Si la modalité est explicitée, par le verbe savoir l`énonce s`inscrit dans un discours de type autoritaire : « Je sais, donc c`est vrai », tandis qu`il engage un verbe de type « croire » c`est un discours de tolérance (d`alternative possible) : « Je crois, donc c`est possible ».

 

Ces deux verbes épistémiques abstraits peuvent se lexémiser de plusieurs manières. Le prédicat modal « croire » a comme principal support lexical le verbe « croire » à la forme affirmative. Ce verbe peut avoir deux acceptions modalisants :

 

  1. Croire que P « considérer comme vraisemblable, comme probable ».

 

« Je crois que nous pourrons nous arranger». (M. Leblanc)

 

  1. Croire+infinitif « sentir », éprouver comme vrai ce que ne l`est pas absolument,

 

« avoir l`impression» :

 

« Je crois avoir étudie toutes les hypothèses».

 

La locution il est à croire que qui thématise la modalité et engage un sujet modal indéterminé exprime la probabilité :

 

 

« Il est à croire qu`il n`a jamais rien lu».

 

Parmi les synonymes du verbe « croire » qui lexémisent les mêmes valeurs modales il convient de retenir : penser, considérer, estimer, être d`avis, se figurer, (s`) imaginer, juger, présumer, trouver, tenir que, se douter, soupçonner.

 

Le prédicat modal savoir est réaliser é lexicalement par des verbes de sens positif, savoir et ses synonymes : jurer, parier, et des verbes de sens négatif : ignorer, oublier.

 

La modalité épistémique certainconnaît une gamme de réalisateurs assez riche :

 

  • des adjectifs modalisants : certain, assure, convaincu, persuade.

 

  • »tu n`y a pas réfléchi, j`en suis sûre». (Le Clézio)

 

  • des adverbes modalisants : certainement, certes, sûrement, assurément, à coup sûr, pour sûr, parfaitement, absolument, ainsi que l`adverbe bien, qui peut fonctionner comme modalisateur de la conviction.

 

  • les locutions verbales avoir la certitude que avoir l`assurance que.

 

  • « Il eut la certitude qu`elle disait vrai».

 

  • le verbe douter à la forme négative (avec un nemodal explétif dans le dictum, qui n`est pas obligatoire)

 

  • « Tenez, je ne doute pas qu`il ne me reçoive» (M. Leblanc)

 

  • -les adjectifs modalisants indubitable, il n`est pas douteux que P

 

  • les adverbes nul doute (et la phrase modalisante il n`y a pas de doute  que P, être hors de doute que, sans nul doute, sans doute sans aucun doute, sans le moindre doute, sans l`ombre d`un doute, à n`en pas douter sans faute.

 

La certitude peut porter non seulement sur un fait réel, mais aussi sur un fait réalisable (imminent) ou non réalisé mais qui a été sur le point de se réaliser (imminence contrecarrée).

 

           L`imminence contrecarrée (la chose énoncée a failli avoir lieu mais elle ne s`est pas produite) est réalisée au moyen des modalisants suivants :

 

  • des auxiliaires spécialisés : faillir, manquer de, falloir.

     

            Le verbe faillirest le plus employé, il apparaît en présence d`un sujet nom de chose ou nom de personne, à un temps passé de l`indicatif :

 

« L`homme se levait d`un mouvement si soudain qu`il faillit renverser la bougie».

 

            Le verbe manquers`emploie surtout au passé composé ou plus-que-parfait de l`indicatif.

 

« Elle avait manque mourir».

 

            L`auxiliaire s`en falloirse combine avec la négation pour exprimer la valeur modale d`imminence contrecarrée :

 

« Peu s`en est fallu que les deux voitures ne se tamponnent».

 

Les auxiliaires faillir, manquer, s`en falloir impliquent, par le sémantisme du verbe dictal, une modalité désidérative vouloir ne pas faire (éviter). Ces verbes ne se prêtentpas normalement à une consigne affirmative parce qu`ils sont marqués le plus souvent du trait- défavorable

 

  • des adverbes de limite non atteinte : presque,de justesse, tout juste si+Vdictal négatif :

     

« Il est presque tombe»

 

  • une macrostructure de la condition (avec le verbe principal à l`imparfait).

     

            La modalité épistémique vérifiée s`inscrit sut l`axe de l`expérience. Elle peut avoir deux articulations révélées par les acceptions que l`adjectif vérifié a en langue : évident, avéré.

 

            La première valeur modale est rendue linguistiquement par :

 

  • des adjectifs modalisants : clair, évident, manifeste, visible

     

  • des adverbes formés sur le même radical : clairement, évidemment, manifestement, visiblement, des locutions adverbiales : de toute évidence.

     

« Visiblement, il comprenait l`inutilité des paroles» (M. Leblanc)

 

            La deuxième valeur modale, avéré, se traduit linguistiquement par un ensemble de procèdes tels que :

 

  • des verbes et des suites verbales de sens passif : s`avérer, être avéré, confirmé, établi, prouve que P, être censé +inf ;

 

  • des adjectifs modalisants de sens positif : vrai, vraisemblable, ou négatif : incontestable, indéniable, indiscutable, irrécusable, irréfutable.

 

  • des adverbes de sens positif : vraiment, ou négatif : incontestablement, indiscutablement, indéniablement.

 

            La modalité probable (indécis) est relative aux choses et aux événements qu`il est raisonnable de conjecturer, de prévoir. Elle peut se rapporter aussi bien aux choses du passé qu`à celles de l`avenir.

 

            Les modalisants qui actualisent sur le plan de la langue usuelle cette valeur modale sont :

 

  • des adjectifs tels que possible, probable. L`adjectif possible exprime le plus souvent cette modalité épistémique et non une valeur aléthique, car il s`oppose à certain

 

  • des adverbes : probablement, peut-être. « Il évitait de regarder Leprat. Probablement même la présence du pianiste lui paraissait-elle déplacée».

 

  • les suites il y a des probabilités, des chances que P, souvent combinées avec des quantitatifs et modifiant une proposition introduite par : pour que

 

… » il y a de fortes probabilités pour que le texte reproduit ci-dessus ait été terminé à l`endroit ou on l`a retrouvé plus tard… » (Le Clézio)

 

            La modalité non certaine(contestable) dispose de deux moyens essentiels pour être traduite linguistiquement :

 

  • des lexèmes qui par leur thème même indiquent l`incertitude

 

  • le verbe douter et l`adjectif douteux : «  Il est douteux qu`il vienne ce soir».

 

  • par la négation des marqueurs de la modalité épistémique certain

 

  • l`adjectif certainou l`un de ses synonymes, négativité (suivi d`un dictum au subjonctif)

 

« Il n`est pas sûr que nous partions si vite» (S. de Beauvoir)

 

  • les verbes d`opinion et de déclaration : croire, penser, dire.

 

            Dans ces verbes, la modalité non certaine provient de la double possibilité réalisable/non réalisable obtenue par le jeu de la négation avec la forme modale.

 

  • Je crois qu`il ne viendra pas(probabilité de la non réalisation du dictum)

 

  • Je ne crois pas qu`il viendra(probabilité avec présomption en faveur de la non réalisation du dictum)

 

  • Je ne crois pas qu`il vienne(incertitude)

 

            Etroitement liée à l`incertitude, la modalité apparent s`exprime par des verbes de perception : sembler, paraître, apparaître, avoir l`air. Ces lexèmes doivent être mis en relation d`une part avec les verbes de perception et d`autre part avec les verbes d`opinion. Les verbes d`apparence ne sont pas interchangeables, bien qu`ils partagent des contextes en commun :

 

« Il a l`air d`être coupable»-il a l`aspect d`un homme coupable.

 

« Il apparaît coupable»- il résume de certaines preuves qu`il est coupable

 

« Il parait coupable», il se peut qu`il soit coupable

 

« Il semble coupable», il se peut qu`il soit coupable, mais les indices ne sont pas concluants.

 

            Le verbe sembler « avoir une certaine apparence» apparaît dans des contextes adjectivaux :

 

« Vous me semblez fatigué».

 

            Suivi d`un infinitif, le meme verbe a le sens «  donne l`impression de « .

 

«  Chaque minute lui semblait durer une heure».

 

            Le verbe paraître « être vu sous un certain aspect » a des acceptions différentes suivant la structure il s`insère. Dans les constructions « personnelles » il signifie « avoir l`air».

 

            Le degré d`adhésion à l`énoncé n`est pas sans rapport avec la modalité épistémique. Dans certaines situations, le locuteur prend en charge d`une manière explicite ses propres dires pour convaincre l`interlocuteur de la véridicité de ce qu`il dit. Si le locuteur veut rendre compte d`un message il peut adopter deux attitudes.

 

            Le passif impersonnel est un modalisant de ce type objectivant : il a été dit, rapporté, raconté, exposé, répété.

 

  • le locuteur intervient dans ce qu`il rapporte. Il peut le faire de deux manières

 

  • pour accentuer la vérité de ce qu`il dit (savoir pertinemment quelque chose)

 

  • pour se détacher de ce qu`il rapporte.

 

            Il existe une nuance modale qui indique que l`information que l`on transmet est non confirmée. Pour designer cette valeur modale on a proposé le terme de testimonial(R. Jakobson).

 

            Les modalisants du testimonialen français sont soit des verbes qui par leur contenu lexical ont un présupposé de faux, soit des expressions spécialisées de faux, soit des expressions spécialisées pour monter la distanciation du sujet d`énonciation.

 

            De la première série font partie des unités lexicales telles que prétendre, prétexter, prétendument, à ce qu`il prétend soi-disant:

 

« Elle se prétend volée».

 

            D`autres expressions du testimonial sont centrées  autour du verbe dire : on dit que dit-on, au dire de, à ce qu`il dit, dire+inf.

 

« Au dire des experts, la situation est encourageante».

 

 

  • LES MODALITES DEONTIQUES

 

           

 

            Sur le plan linguistique, les expressions déontiques sont des operateurs dont le domaine est celui des propositions. La langue établit une distinction entre les énoncés qui impliquent un contrat injonctif. Il existe ainsi des phrases descriptives (il faut…, vous devez) est des phrases prescriptives (faites…, parlez!)

 

            Les phrases à modalité déontique descriptive sont des impératifs rapportés dans lesquelles la présence du modalisant n`affecte pas le statut de la phrase, comme dans le cas de l`impératif.

 

            Le carré sur lequel les modalistes déontiques sont projetées est le suivant :

 

Obligatoire----------facultatif (non obligatoire)

 

Promis (non obligatoire que non) --------interdit (obligatoire que non)

 

            Les modalités déontiques se laissent interpréter en termes de modalités factitives. Les modalités déontiques se caractérisent par la nature anticipative de la modification qu`elles apportent au prédicat, en se différenciant en cela des modalités épistémiques ou aléthiques.

 

            Pour exprimer la modalité déontique « obligatoire», on se sert des modalisants suivants :

 

- les auxiliaires de modalités : falloir, devoir : « Il faut de la persévérance pour réussir ».

 

            L`auxiliant devoir construit avec un nominal de rection directe est datif du bénéficiaire, exprime une obligation matérielle ou morale : «  Je lui dois la vie sauve».

 

            Les deux verbes peuvent exprimer l`agent détermine du dictum, le verbe falloir présente deux constructions différentes : la construction avec régime indirect er la construction avec un mode personnel dans le dictum.

 

- des structures impersonnelles

 

            Il faut remarquer que certains adjectifs ainsi que les adverbes correspondants, peuvent être aussi des modalisants aléthiques : obligatoire, obligatoirement.

 

« Il a raté son examen ; c`était obligatoire» (aléthique)

 

« Il est obligatoire de se présenter à cet examen(déontique)

 

            Parmi les autres adjectifs modalisants déontiques on peut retenir : nécessaire, indispensable, essentiel, utile, impératif.

 

« Il est nécessaire de la sélectionner, d`en retirer tout le bruit».

 

            Certaines structures impersonnelles expriment une obligation socialisée : Il se convient, il vaut mieux.

 

« Il convient que chacun fasse un effort»

 

            Certains verbes à la voix passive : être obligé, être forcé, tenu, être dans l`obligation expriment l`obligation externe : « Il a été oblige de réparer les dégâts».

 

            La même valeur apparaît aussi avec les verbes obliger, forceravec un objet direct de la personne concernée :

 

« C`est lui qui nous oblige à nous défendre».

 

            Les modalités déontiques permis et interdit s`expriment par des lexèmes transparents : permettre, interdire et leurs synonymes autoriser, défendre.

 

« Je vous défends de me parler ainsi» (M. Leblanc)

 

            La modalité permis est traduite aussi par le verbe pouvoir(possibilité externe).

 

            Le verbe pouvoir apparaît avec cette valeur dans les demandes de permission : Puis-je… ?

 

            La valeur « facultatif » s`obtient par la negativisation des modalisants du terme « obligatoire».

 

« Il n`est pas absolument indispensable que tu fasses cette démarche ».

 

 

  • LES MODALITES DESIDERATIVES

 

           

 

Les modalités désidératives sont des modalités virtualisantes qui se réalisent linguistiquement par plusieurs séries de verbaux réductibles à deux types essentiels :

 

  • verbaux qui modalisent un contenu ayant le trait (+favorable)

 

  • verbaux qui modalisent un dictum ayant un contenu (- favorable) a éviter

 

            De la première série font partie des verbes (+tension) tels que vouloir, souhaiter, désirer, attendre, ainsi que des verbes ayant une valeur subjectivant plus accentuée : rêver, bruler de, avoir envie de, mourir d`envie de.

 

« Tu veux faire comme si tu n`avais pas peur…» (Le Clézio)

 

            Ici le sujet superficiel modal est identique au sujet dictal.

 

            Mais le sujet modal peut être différent du sujet dictal ce qui se traduit par plusieurs constructions possibles :

 

  • une construction à mode personnel subjonctif

 

  • une construction à sujet monté : « Je vous souhaite de réussir ».

 

            Le française dispose aussi d`un auxiliaire optatif : Pouvoir : Puisse-t-il réussir !

 

            Les verbes (+tension) qui ont un contenu dictal (-favorable) sont des verbes du type éviter, prendre garde, se défendre de.

 

 

  • LES MODALITES AFFECTIVES

 

           

 

Les modalités affectives sont des modalités qui expriment une estimation de ce que valent les objets par rapport à une personne ou à une collectivité. Les relations entre la logique affective et le langage sont difficile à cerner.

 

            Les modalités affectives, dont l`expression linguistique est extrêmement complexe et diversifiée, pourraient être classifiées en plusieurs types structurés autours des dimensions sémantiques suivantes : prospectif /rétrospectif et favorable/défavorable.

 

            Les modalités affectives prospectives se réalisent par des verbes et des locutions verbales : (+favorable) : espérer, compter sur, escompter.

 

            De ces verbes seul le verbe espérerest un vrai modalisant qui peut modifier une proposition dictale.

 

            (-favorable) : crainte, avoir peur, appréhender, redouter, trembler.

 

            Les modalités affectives rétrospectives connaissent une gamme plus riche de procédés de réalisation : verbes, adjectifs, adverbes modalisants :

 

-         (+favorable) :

 

-         Verbes : se réjouir

 

-         Adjectifs : heureux, content, ravi, enchante, satisfait, fier, doux, agréable, bon.

 

-         Adverbes : heureusement, par bonheur

 

-         (-favorable)

 

-         Verbes : regretter, déplorer, (se) plaindre, c`est dommage

 

-         Adjectifs : triste, malheureux, désagréable, insupportable, intolérable, pénible.

 

-         Adverbes : malheureusement, par malheur

 

Il existe des unités qui sont indifférentes à l`opposition Prospectif/Rétrospectif : aimer

 

(mieux), préférer, détester : « Il aimait a la voir réfléchir ».

 

 

  • CONCLUSIONS

 

           

 

L`étude des modalités constitue le terrain de rencontre de plusieurs disciplines : la logique, la linguistique et la sémiotique.

 

            L`étude des modalités met en évidence les limites d`une grammaire qui se maintient à l`intérieur des frontières fixées par la phrase.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

21 septembre 2012

INTRODUCTION A L'ENONCIATION

 

Cecilia Serra, Inst. de Ling. UniLIntroduction à la Linguistique Générale 2005-06 Cours n°11

1L'ÉNONCIATION

 

Lecture conseillée:

L’énonciation en linguistique française, par DominiqueMaingueneau, Hachette, coll.Les Fondamentaux

.

 

Définition: L'énonciation est l'acte de production d'un énoncé par un locuteur dans une situation de communication(Martin Riegel,Grammaire méthodique du français);Selon les termes du linguiste français:

 

 

Émile Benvéniste

(1902-1976), le locuteurs'appropriela langue, il y installe sa propre présence; en même temps, "il implante l'autre en face de lui, quel que soit le degré de présence qu'il attribue à cet autre". Le degré de présence" variera selon qu'on se trouve dans un dialogue, une situation vivante, ou dans un texte scientifique, théoriquement neutre, mais qui reste une communication.

 

On distinguera le message d'une part,l'énoncé, et d'autre part, dans l'énoncé et en plus de lui, la présence de celui qui envoie le message,l'énonciation. On oppose (on distingue) énonciation et énoncé comme on oppose fabrication à fabriqué: on étudie l'acte à travers son résultat. Ceci sur plusieurs plans:

 

 

A - 

D'abord, tout ce qui indique, avec des outils grammaticaux, qu'on est dans une situation de communication: c'est le relevé des indices, ou indicateurs, comme lespronoms personnels de la 1ère et de la 2ème personne.

 

 

B -

 

Un autre niveau sera d'étudier quelle est l'attitude de l'énonciateur par rapport à celui à qui il s'adresse, ou par rapport au message qu'il délivre.

 

C -

 

Enfin la communication rapportée, le discours rapporté: c'est-à-dire ce que devient l'énonciation d'origine quand un second énonciateur rapporte les paroles.

 

A – LES INDICES GRAMMATICAUX DE L'ÉNONCIATION

 

Un énoncé quelconque comporte des éléments qui renvoient aux circonstances de son énonciation, qui les reflètent, les réfléchissent: on parle alors de la réflexivité du langage.

Il existe des mots, des expressions, des tournures, dont l'existence même est entièrement subordonnée à la situation de communication, et ces éléments sont statistiquement nombreux dans la parole, et même dans la langue écrite.

 

DÉFINITIONS

 

Quelques notions de base sont à définir ou rappeler préalablement. On distinguera trois manières pour les mots ou expressions de trouver leur référent:* Les termes qui reflètent l'acte d'énonciation sont appelés des embrayeurs (anglais:shifters) parce que ce sont eux qui relient le sens de l'énoncé à la situation réelle. Et ce qui renvoie à la situation réelle est qualifié de déictique.Cecilia Serra, Inst. de Ling. UniL

 

2* Au contraire, un terme qui renvoie à ce qui a été dit auparavant dans le discours est qualifié d'anaphorique; un pronom relatif par exemple est systématiquement anaphorique; un pronom personnel est le plus souvent anaphorique ou déictique).* Un terme qui trouve son référent dans la suite du discours est qualifié de cataphorique:

1) Je reviens demain.

2) Tu remettras cet outil là-bas

3) Ça te plairait d'aller au restaurant?

 

Les pronoms personnels je et tu , déterminent le locuteur ou l'autre personne; l'adjectif démonstratif cet , fait comprendre de quel outil il s'agit, en le désignant; l'indication de Temps: demain , ne se justifie que par rapport au moment présent où sont prononcées

les paroles; l'indication de lieu: là-bas , se réfère à la situation spatiale de l'énonciateur; et aussi les temps des verbes: le présent reviens à valeur de futur proche, et le futur remettras , ne prennent leur valeur que par rapport au moment présent où sont prononcées les paroles.

 

1) Pronoms personnels

 

*Je -tu - nous - vous

Je désigne le locuteur , celui qui parle. Il se définit par le seul fait qu'il est utilisé.

 

Tu désigne l'allocutaire, celui à qui parle le locuteur. On peut dire que le tu  n'existe que grâce au je: il se définit par rapport à l'énonciateur. Cela vaut également pour le vous de politesse.

Nous désigne le locuteur + l'allocutaire et/ou les allocutaires, et/ou une ou plusieurs tierces personnes (ex:je + tu + il / ils). Nous n'est pas un pluriel de je: ce n'est pas une multiplication d'objets identiques, mais une jonction entre je et le non-je , comme dit Benvéniste.

 

Vous désigne les allocutaires (véritable pluriel de tu ), ou un ou plusieurs allocutaires + une ou plusieurs tierces personnes.

* Les pronoms de la 3ème personne n'ont pas de valeur déictique. Mais ils peuvent prendre une valeur déictique quand ils renvoient à une personne présente ou à une chose qui se trouve dans l'environnement du locuteur:

 

Regarde-le! Comme il est susceptible! (Pagnol)

Remets-le sur son étagère.

 

* Les pronoms peuvent être utilisés de manière spéciale:

 

Nous l'avons décidé ainsi, car tel est notre bon plaisir. (d'après Louis XIV) [nous = je}Eh bien, Madame la baronne, comment allons-nous?(Maupassant) [nous = vous / tu]

 

Eh bien, Madame Dupontcomment allons-nous?[Milieu hospitalier]

 

Il est génial!(Alain Delon, parlant d'Alain Delon)  il = je]

 

Alors, j'ai mis ma nouvelle robe ?(une tante à sa nièce) [je = tu]

Et je te pousse, et je te bouscule[je = il]

Alors? On s'en va comme ça? On ne dit même pas merci? (Sartre) [on = tu / vous]

 

2) Les possessifs

 

Adjectifs et pronoms possessifs renvoient également à une personne de conjugaison et se comportent comme les pronoms personnels correspondants;

 

3) Les démonstratifs

 

Les pronoms et adjectifs démonstratifs réfèrent souvent à un objet ou à une personne présent(e) dans la situation:

 

Donne-moi cet outil. / Donne-moi ceci.

Je voudrais acheter cette voiture.

 

Attention: les démonstratifs s'utilisent aussi de manière non déictique:

 

J'ai aperçu une Golf GTI: cette voiture a brûlé le feu rouge et emprunté un sens interdit...

 

Le pronom démonstratif peut encore être déterminé par ce qui suit, une subordonnée Relative, ou un complément prépositionnel; il est alors cataphorique:

 

Ceux (= les locataires) du 3ème étage sont particulièrement bruyants.

Ce dont je vous parle n'a rien à voir avec ce que vous me dites.

 

4) Certains présentatifs

 

A rapprocher des démonstratifs, les présentatifs voici et voilà font souvent référence à la situation, et s'accompagnent souvent d'un geste:

Voilà mon mari!vs Voilà ce que j'avais à vous dire

 

 

II - LES CIRCONSTANCES

 

Autre catégorie d'embrayeurs, les indications de lieu et de temps qui ne se définissent que par la situation d'énonciation.

1) Le lieu

 

* surtout des adverbes, comme: ici, là, là-bas (ici-bas), céans, là-haut

 Vous êtes ici chez vous.

Tiens, va me chercher mes lunettes en haut.

Va voir dehors si j'y suis.

 

* certains adjectifs :

 

Je vais au supermarché voisin / proche (de moi).

2) Le temps

maintenant, aujourd'hui, à cette heure-ci ...hier, la semaine dernière, l'an passé...;demain, dans huit jours, dorénavant

* des adjectifs:

 

actuel, présent, passé, prochain

...

 

Le point de vue de l'énonciateur: peut être neutre , par exemple dans un écrit scientifique; il n'y a alors pas de présence

de l'énonciateur dans l'énoncé; on peut au contraire manifester une attitude, ou bien un sentiment, une distance, une

 

ironie, etc.; il y a alors une très forte présence de l'énonciateur dans l'énoncé. Cela se manifeste par des modalités d'énoncé et d'énonciation

.

Parmi les différents marqueurs de modalité on trouve:

* des adverbes, ou des expressions incises, qui expriment le dégré de certitude du locuteur: évidemment, probablement, naturellement... / à mon avis, à vrai dire, certainement, peut-être, enfin ...

Certes votre proposition est alléchante, mais enfin combien cela va-t-il me coûter?

Il viendra certainement (il est certain qu'il viendra)

Il viendra rapidement (portée limitée au verbe)

 

* des adverbes qui qualifient l'énonciation:

 

franchement, assurément, honnêtement,…

Honnêtement, son projet est nul

 

* des adverbes qui qualifient l'énoncé:

 

heureusement, malheureusement, étrangement,… c'est préférable,…

 

* tous les verbes qui expriment des états mentaux:

 

a) des verbes qui donnent une orientation émotionnelle

se réjouir, déplaire, se plaire, se désoler, féliciter, ressentir,….

b) des verbes qui signalent que le contenu de l'énoncé s'insère logiquement dans la discussion

 

admettre, déduire, présumer, présupposer, accorder, conclure, assumer,…

c) des verbes qui signalent le degré de crédibilité qui est rattachable à l'énoncé 

croire, savoir, supposer, penser, considérer, sentir,…

 

Benveniste (264): [ces verbes] dénotent des dispositions ou des opérations mentales.En disant je souffre, je décris mon état présent. En disant je sens (que le temps va changer) , je décris une impression qui m’affecte. Mais que se passera-t-il si, au lieu de je sens (que le temps va changer), je dis: je crois (que le temps va changer) ? La symétrie formelle est complète entre je sens et je crois . L’est-elle pour le sens? Puis-je considérer ce je crois comme une description de moi-même au même titre que je sens ?Est-ce que je me décris croyant quand je dis je crois (que ...) ? Sûrement non. L’opération de pensée n’est nullement l’objet de l’énoncé;je crois (que...) équivaut à une assertion mitigée. En disant je crois (que...) , je convertis en une énonciation subjective le fait asserté impersonnellement, à savoir le temps va changer , qui est la véritable proposition.

«j'indiquerai schématiquement pourquoi j'aimerais, sans en être vraiment capable pour l'instant, me passer de la notion générale de modalité: c'est que je crois les mots de la langue incapables, de par leur nature même, de décrire une réalité. Certes les énoncés se réfèrent toujours à des situations, mais ce qu'ils disent à propos de ces situations n'est pas de l'ordre de la description. Il s'agit seulement de montrer des prises de position possibles vis-à-vis d'elles» (Ducrot, 1993 : 128).

 

18 septembre 2012

sens et référence: anscombre et la théorie des stétréotypes

La théorie des stéréotypes:

sens et référence

groupe lingvict

 

 

  1. 0.     Introduction.

Notre but est de présenter dans les pages qui suivent une nouvelle théorie sémantique, à savoir la théorie des stéréotypes (linguistiques), et son éventuelle application au domaine de la victimologie. Cette théorie, issue de la réflexion de Putnam: 1975, envisage de façon différente la question compliquée et controversée des relations entre sens et référence au monde réel ou supposé tel. Nous mettrons en évidence le côté novateur de la théorie des stéréotypes en examinant tout d'abord les différentes options possibles en la matière, ainsi que les conséquences qui en découlent. Dans une seconde partie, nous étudierons différents types de stéréotypes et leurs manifestations linguistiques. Dans le dernier paragraphe finalement, nous expliquerons comment, selon nous, cette théorie des stéréotypes offre un cadre théorique adéquat pour l'étude du domaine de la victimologie.

  1. 1.     Perspective générale: les hypothèses traditionnelles.

Bien qu'il n'existe pour l'instant aucun consensus entre les différentes théories sémantiques en vigueur à l'heure actuelle, pour ce qui est de la relation entre sens et référence, elles partagent cependant une plate-forme minimale commune, et qui se résume à trois hypothèses fondamentales, à savoir:

(H1) Certaines manifestations langagières présentent des caractéristiques qui répondent au moins partiellement à des combinaisons dites 'de surface'. Ce sont celles dont s'occupent la phonologie, la morphologie, et une bonne partie de la syntaxe. On les appelle 'de surface' parce qu'elles donnent lieu à des manifestations 'matérielles', 'tangibles', auxquelles on peut les relier. La phonologie en est un bon exemple: elle apparaît au travers de manifestations acoustiques et physiologiques sans se confondre ni se limiter à ces matérialités. L'ordre des mots, champ par excellence de la syntaxe, se manifeste par des contraintes distributionnelles, etc.

(H2) Outre ces caractéristiques, il est usuel d'attribuer aux manifestations langagières une valeur bien déterminée, dont la nature est distincte de celles des caractéristiques de surface, et dont la définition est une entreprise ardue, s'il en fût. En effet, cette valeur n'est pas tangible, et ne se perçoit qu'au travers de ses conséquences. Ou plutôt, l'apparition de certaines manifestations va de pair avec des phénomènes bien précis qu'on considère habituellement comme des conséquences découlant de l'existence de cette valeur. (H2) apparaît donc comme l'hypothèse fondatrice de la notion même de sémantique.

(H3) La troisième et dernière hypothèse, non moins importante, a trait à la relation entre le langage et le monde réel - ou du moins supposé tel, étant donné que le langage ne fait aucune différence linguistiquement parlant entre le monde 'réel' et un quelconque monde 'imaginaire'[1]. En vertu de cette dernière thèse, le langage nous permet de parler du monde réel, nous permet de référer. C'est la fonction référentielle du langage.

Alors que l'immense majorité des linguistes admettraient sans problème le bien-fondé des ces trois hypothèses, les divergences surgissent à l'heure de décider quelle relation existe entre les trois hypothèses que nous venons d'énoncer. En fait, ce qui sépare et parfois oppose les diverses théories sémantiques, c'est la réponse qu'elles donnent aux trois questions fondamentales suivantes:

(P1) Comment représenter cette valeur appelée sens (ou signification)?

(P2) Quelle est la nature de la fonction référentielle du langage?

(P3) Quelle est la relation entre la fonction référentielle et le sens?

            Les réponses possibles à ces questions ne sont évidemment pas uniques, et à chaque 'jeu' de réponses correspond une théorie sémantique particulière pour ce qui est de la relation entre sens et référence. La linguistique distingue habituellement les théories sémantiques en deux grandes catégories: les théories sémantiques référentialistes d'un côté, et de l'autre, les théories non référentialistes.

a)      Les thèses non référentialistes:

Elles représentent l'immense majorité des thèses linguistiques modernes (et occidentales). Leur postulat de base est qu'il y a une dépendance plus ou moins étroite entre le sens et la référence, entre la fonction sémantique et la fonction référentielle. Dans leur majeure partie, les thèses référentialistes adoptent une forme radicale de cette dépendance: le sens d'un terme est la donation de son référent. Pour l'essentiel, parler consiste essentiellement à fournir une description du monde.

Cette position référentialiste radicale n'est absolument pas nouvelle, et de fait, elle traverse toute l'histoire de la linguistique depuis Aristote jusqu'à la grammaire générative, en passant par le Moyen-Age[2] et le système sémiotique de Morris: 1939[3]. L'exemple le plus célèbre de cette position se trouve chez le philosophe et logicien G?Frege, lorsqu'il oppose le référen,t d'un terme ('Bedeutung') et la manière dont il désigne ce référent ('Sinn'). C'est de nouveau l'idée qu'on accède au référent ('Bedeutung') au travers du signifié ('Sinn').

b)      Les thèses non référentialistes:

Elles conçoivent la relation entre sens et référent d'une manière complètement différente. Elles partent du principe que les fonctions sémantique et référentielle sont indépendantes, ce qui implique que le fait que nous puissions parler 'avec des mots' du monde réel n'a rien avoir avec le fonctionnement linguistique de ces mots – et encore moins leur fonctionnement sémantique. Pour illustrer cette thèse de façon quelque peu élémentaire, ces thèses reviennent à dire que le fait que nous soyons capables de désigner le soleil du doigt tout en disant 'le soleil' ne nous fournit aucune information sur le fonctionnement linguistique ni le signifié du groupe nominal le soleil.

Bien que les sémantiques de tendance référentialiste semblent dominer en linguistique, il ne manque cependant pas d'exemples et de précurseurs pour ce qui est des thèses cette fois non référentialistes. Et nous illustrerons les thèses non référentialistes, à tout seigneur, tout honneur, à l'aide du structuralisme de F. de Saussure. Dans l'optique de Saussure, le signifié d'un terme comprend ce qu'il est convenu d'appeler des traits distinctifs. Ce qui détermine la valeur d'un terme et plus généralement d'un signe, c'est sa relation avec les autres signes, concrètement ce en quoi il s'oppose aux autres signes du système. De tels traits distinctifs sont clairement insuffisants à déterminer un référent dont Saussure ne se préoccupe d'ailleurs pas le moins du monde.

Plus récemment, le logicien et philosophe S.Kripke a introduit en sémantique la notion de désignateur rigide pour rendre compte du phénomène de la référence. Pour Kripke, il y a toute une série de termes – parmi lesquels les noms propres – qui renvoient à un objet sans cependant le décrire. Un tel terme est un désignateur rigide, et il a comme caractéristique de posséder une fonction référentielle sans avoir de fonction dénotative: la référence à l'objet est directe, et ne passe pas par un signifié descriptif de l'objet comme c'est le cas dans une théorie référentialiste. La position de Kripke apparaît clairement comme orientée vers une thèse non référentialiste, au moins en partie. Nous verrons au prochain paragraphe comment Putnam va reprendre et généraliser la thèses de Kripke, et jeter les bases d'une sémantique non référentialiste, la théorie des stéréotypes.

  1. 2.     Sémantique, référence et stéréotypes.

Putnam et le problème de la référence.

Dans son célèbre article de 1975, Putnam montre que les théories sémantiques qui adoptent la position classique du référe,t déterminé par le signifié se réduisent pour l'essentiel à la conjonction de deux lemmes, à savoir: a) Connaître le signifié d'un terme revient à se trouver dans un certain état psychologique, étant donné que cela suppose d'appréhender le concept correspondant; b) Le signifié (ou 'intension') d'un terme fixe le référent de ce terme (son 'extension'). Après une analyse en profondeur des conséquences de cette conjonction, Putnam parvient à deux conclusions: la première est une totale incompatibilité entre les thèses a) et b), ce qui conduit Putnam à abandonner a), entre autres du fait du caractère flou et peu fiable selon lui de la notion de concept. Putnam ne conserve donc que le lemme b): l'intension détermine l'extension, mais il signale un autre point,  décisif pour la relation terme-signifié-réalité (référent). C'est que dans la majorité des cas, ce que nous sommes capables d'associer à un terme est plus qu'insuffisant pour en déterminer l'extension, i.e. le référent. Le cas du terme or est exemplaire à ce propos: les personnes 'de tous les jours' savent peu ou prou que l'or est un métal jaune qui sert à fabriquer des bijoux, ce qui est loin d'être suffisant pour déterminer le référent correspondant, étant donné que ces propriétés sont possédées par d'autres métaux que l'or. C'est uniquement dans le cas d'une communauté d'experts qu'on peut affirmer que le signifié de certains termes – pour les membres de cette communauté – consite en un faisceau de propriétés (une intension) qui permet d'atteindre le référent (une extension). Si ce n'est pas au travers du signifié, comment est-il donc possible que l'usage d'un terme réfère à une 'réalité'? Pour répondre à cette question, Putnam a recours à la notion de désignateur rigide: pour ce qui est des termes pour lesquels parler de référent fait sens, ils renvoient à un réferent sur le mode rigide, c'est-à-dire directement[4]. Putnam sépare donc signifié et référent, et se situe d'entrée dans une optique non référentialiste. Par ailleurs, l'exemple de or indique qu'il convient de distinguer le signifié d'un terme, qui est la valeur sémantique que nous utilisons quand nous parlons, et l'intension de ce même terme, qui renvoie à la communauté d'experts du champ auquel appartient le terme envisagé. Quel est donc alors ce signifié quand il ne coïncide pas avec l'intension? Sans entrer dans des détails techniques, Putnam le définit comme ce qu'il appelle un stéréotype, c'est-à-dire une série de connaissances relatives au terme envisagé que possèdent les locuteurs, et qui peuvent dépendre de la communauté linguistique à laquelle dit appartenir un individu quand il parle, ou aussi bien être la propre opinion du locuteur. Reprenons l'exemple de or: son signifié serait 'métal de symbole chimique Au, de poids atomique x, de caractéristiques physiques et/ou chimiques y, etc.' pour une communauté d'experts en matière d'or. Dans ce cas, le signifié conïnciderait avec l'intension. Dans le cas de personnes 'de tous les jours', le signifié serait un stéréotype incluant des choses comme 'métal, jaune, brillant, cher,…'. Et dans le cas d'un individu, le stéréotype pourrait inclure des jugements personnels du locuteur, comme par exemple L'or est pour les nouveaux riches, etc.

La théorie standard des stéréotypes.

Ce que nous venons de voir peut se résumer par les points suivants:

(i)                 Le signifié et le référent d'un terme correspondent à deux fonctions séparées.

(ii)               La référence se fait sur le mode rigide.

(iii)             La valeur sémantique d'un terme – son signifié – est un stéréotype, i.e. un ensemble de connaissances et de croyances que le locuteur attache à ce terme quand il l'utilise.

(iv)             Un locuteur parle toujours comme membre d'une communauté linguistique à laquelle il appartient ou dit appartenir.

Il nous reste deux points à examiner. Le premier traite de la représentation du signifié tel que nous venons de le définir. De fait, Putnam est peu explicite quant à la forme de cette représentation: il s'intéresse davantage à la problématique philosophique qu'à la linguistique. Il adopte pour le stéréotype une représentation basée sur des traits sémantiques[5], visiblement et explicitement inspirée par la notion de marqueur sémantique des linguistes nordaméricains Katz et Fodor.

C'est en se fondant sur cette esquisse de système sémantique que les linguistes B.Fradin puis J.C.Anscombre dans diverses publications[6] ont développé les thèses de Putnam de la façon suivante:

Stéréotype: a         tout terme[7] est attaché une liste ouverte d'énoncés qui définissent le signifié de ce terme.

Le fait qu'il s'agisse d'une liste ouverte permet une variation du signifié selon la communauté linguistique à laquelle appartient le locuteur. Parler revient donc à activer un ou plusieurs énoncés stéréotypiques. Ces énoncés peuvent être de différents types. Ce peut être des énoncés génériques communs: beaucoup de francophones seront d'accord que Les singes mangent des bananes, que Les chats chassent les souris, et que Les hommes ont de la barbe, pojr ne mentionner que quelques uns des cas les plus célèbres. Ce peut être des jugements et des préjugés génériques, certes, mais individuels: un locuteur donné pourra estimer par exemple que Les phoques sont cruels, sans que cette opinion soit partagée par une communauté spécifique. Ce peut enfin être des phrases événementielles, de celles qui sont 'historiques': Christophe Colomb a découvert l'Amérique en 1492, phrase stéréotypique liée au terme découvrir, ou La Reconquête s'est terminée avec la prise de Grenade comme partie du stéréotype de reconquête. Ce dernier point nous montre l'influence des enseignements primaires et secondaires dans la constitution des stéréotypes. La scolarisation participe à l'élaboration de l'imaginaire discursif qui forme la matière première du stéréotype. En voici un exemple quelque peu culte: l'affirmation Je partirai, surtout quand elle est accompagnée de l'indication temporelle demain, provoque immédiatement soit chez le locuteur, soit chez le destinataire, la continuation par Demain dès l'aube, à l'heure où blanchit la campagne…, allusion au célèbre poème des Contemplations de Victor Hugo. Ces vers font donc partie du stéréotype de partir – ou sont en train d'y entrer – c'est-à-dire qu'ils en sont ou en seront à faire partie du sens de partir. Il importe peu que dans la réalité quotidienne on puisse partir à n'importe quelle heure de la journée ou du matin: au travers de la mémoire scolaire, i.e. l'apprentissage de certains vers, nous avons construit une image, une représentation de ce qu'est partir.

Le second point, plus technique, est la méthode d'identification des phrases stéréotypiques, et nous l'illustrerons par l'analyse de plusieurs exemples.

Le premier d'entre eux sera le cas bien connu des anaphores associatives. Il est de notoriété publique que lorsque nous parlons, nous ne répétons pas, normalement, les substantifs, et avons fréquemment recours à des mécanismes anaphoriques, l'anaphore pronominale en étant le cas le plus connu. Ce n'est cependant pas le seul dispositif anaphorique disponible: toute aussi fréquente, même si elle ne figure habituellement pas dans les grammaires scolaires est l'anaphore dite associative. Elle consiste à renvoyer à un antécédent par le biais d'un autre substantif/groupe nominal avec lequel l'antécédent possède un line sémantique. Voici l'exemple le plus célèbre d'une telle anaphore:

(1)          Nous entrâmes dans un village. Son église était à moitié en ruines.

Tout francophone interprète (1) comme signifiant 'l'église du village'. Ce qui est curieux, c'est que ce procédé n'est absolument pas arbitraire, et est régi par un ensemble de règles dont nous ne parlerons pas ici, et qu'on peut apercevoir sur l'agrammaticalité de:

(2)          Nous entrâmes dans une église. Son village était à moitié en ruines.

Ce phénomène, ainsi que beaucoup d'autres, vient de ce que la possibilité d'une anaphore associative entre un terme anaphorique R et un antécédent A dépend de l'existence d'une relation stéréotypique entre R et A. Dans le cas de (1), il existe entre village et église un énoncé stéréotypique assez clair, à savoir Dans un village, il y a une église. Ce qui démontre l'impossibilité de (2) est qu'il n'existe en revanche aucun énoncé stéréotypique du type de Autour d'une église, il y a un village. On peut même montrer les caractéristiques linguistiques de l'énoncé stéréotypique sous-jacent déterminent les anaphores associatives possibles.

            De ce que nous venons de voir on peut tirer les conclusions suivantes: quand nous parlons, nous utilisons entre autres choses des groupes nominaux et des groupes verbaux. A chaque groupe nominal et chaque groupe verbal sont est attaché un stéréotype, i.e. une liste (ouverte) d'énoncés qui déterminent le signifié du terme envisagé. Parler consiste à activer pour chaque occurrence d'un terme un ou plusieurs des énoncés stéréotypiques qui lui sont attachés. Outre qu'ils définissent le sens des termes qui apparaissent dans le discours, les stéréotypes, nous l'avons vu, interviennent aussi au niveau de la structure syntaxique du discours

            Un autre domaine où apparaissent également des phénomènes liés à la présence de stéréotypes est celui des marqueurs du discours, encore appelés connecteurs: ce sont par exemple des conjonctions comme puisque, pourtant, mais, etc. Examinons l'exemple suivant:

(3)          Le curé est furieux: ça fait dix ans que Max et Lia sont mariés, mais ils n'ont pas d'enfants.

(4)          Le curé est furieux: ça fait dix ans que Max et Lia sont mariés, mais ils ont des enfants.

Dans un contexte banal, (3) ne pose aucun problème, alors que (4) est un peu curieux. La clé de ce curieux phénomène réside, comme on peut le supposer, dans la violation de la 'vérité' contenue dans un énoncé stéréotypique, à savoir On se marie pour avoir des enfants. Vérité que (3) ne contredit pas, alors que (4) suppose à l'inverse qu'on se marie pour ne pas avoir d'enfants, principe non valable dans le contexte actuel choisi. Notons au passage que l'activation de l'énoncé stéréotypique est en grande partie due à la présence de Le curé est furieux, et met ainsi en évidence le rôle central de la culture dans l'élaboration des stéréotypiques d'une communauté donnée.

Je voudrais pour finir donner un exemple de stéréotype 'local', c'est-à-dire d'un stéréotype introduit par un locuteur spécifique dans un contexte déterminé, et avec une validité limitée à ce seul contexte. Considérons:

(5)          Il vit un rocher qui pointait au milieu d'un clairière: ce siège lui parut confortable.

(6)          Il s'assit sur un rocher qui pointait au milieu d'une clairière: ce siège lui parut confortable.

Bien que (5) soit parfaitement interprétable, il ne laisse pas d'être quelque peu curieux: de fait, un rocher n'est pas en soi un siège, et l'anaphore associative nécessaire à la viabilité de l'enchaînement n'existe pas. Dans (6) en revanche, le fait que la première partie du discours fasse du rocher en question un siège de facto dans le contexte envisagé, introduit au moins localement un énoncé stéréotypique comme Un rocher est un siège, qui rend possible la référence anaphorique. Ce phénomène est d'importance, car il révèle qu'il y a des cas d'enchaînements fondés sur des stéréotypes locaux, c'est-à-dire propres au locuteur, à ce qu'il fait ou croit.

3. Stéréotypes et victimologie.

Une fois définis le cadre théorique à l'intérieur duquel nous allons opérer ainsi que les outils correspondants, nous pouvons maintenant revenir au problème central de cet exposé, à savoir la localisation des victimes.

Cette détection se fera moyennant l'analyse des textes rédigés par les victimes supposées, et nous nous situerons bien entendu dans le cadre théorique fourni par la théorie des stéréotypes. Notre point de départ sera  la remarque que si, comme nous l'avons affirmé, parler revient à activer une série d'énoncés stéréotypiques, qu'ils soient locaux ou généraux, la victime qui se voit comme telle se trahit dans certains discours par les marques qu'elles laissent et qui renvoient à des énoncés stéréotypiques caractéristiques de la victimologie. En d'autres termes, son discours révèlera une mise en scène de son état comme étant celiu d'une victime. Dans ce projet, la part qui correspond à l'analyse linguistique des textes s'efforcera de mettre en évidence les marques et mécanismes qui renvoient à une telle mise en scène. Bien entendu, la méthodologie adoptée ici nous permet d'identifier uniquement les victimes "discursives" pour ainsi dire, à savoir celels dont le discours est caractéristique d'une victime. Nous ne sommes capables, en aucune façon, de déterminer si la personne réelle est ou non victime, si elle fait semblant ou non, etc.

 

Références bibliographiques.

Anscombre, J.C., 2001,"Le rôle du lexique dans la théorie des stéréotypes", Langages, n°142, pp.57-76.

            Anscombre, J.C., Kleiber, G., 2001, "Semántica y referencia: algunas reflexiones", in Problemas de semántica y referencia, , M.L.Donaire coord., pps.5-31.

Fradin, B., 1984, "Anaphorisation et stéréotypes nominaux", Lingua, 64, pp.325-69.

            Frege, G., 1971. Ecrits logiques et philosophiques, Paris, Seuil.

            Kripke, 1981 (1972), Naming and Necessity, Cambridge, Harvard University Press.

            Putnam, H., 1975, The Meaning of ‘Meaning’, Mind and Language and Reality, Philosophical Papers, 2, Cambridge University Press, pp.215-271.

            Saussure, F. de, 1966, Course in General Linguistics, Mc Graw Hill, New-York-Toronto-London.

 



[1] La structure lingusitique d'un récit est régie par les mêmes règles qu'il s'agisse du journal télévisé ou d'un conte de fées, même si apparaisent parfois des marques qui renvoient à un monde particulier -              ainsi la fameuse tournure Il était une fois…

[2] Cf. par exemple Pierre d'Espagne et l'opposition entre significatio ('signifié') et suppositio ('référent'). Pour ce philosophe, un terme atteint sa suppositio à travers sa significatio.

[3] C.W.Morris, Foundations of the Theory of Signs, Chicago.

[4] Putnam glose cette hypothèse de la façon suivante: nous savons référer à la substance eau parce qu'on nous a dit 'Ceci est de l'eau' en même temps qu'on nous montrait la substance en question.

[5] C'est ainsi qu'il spécifie pour le terme eau des traits comme 'liquide', 'transparent', 'sans saveur', etc.

[6] Cf. Fradin: 1984, et un modèle généralisé dans Anscombre: 2001.

[7] Dans l'état actuel de la théorie, un 'terme' sera un substantif ou un verbe.

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17 septembre 2012

programme

 

 

NIVEL AVANZADO DE LA LENGUA 1 FRANCES

17454

Nombre y apellidos CAROLINA FOULLIOUX

Departamento de FILOLOGIA FRANCESA

 Facultad de Filosofía y Letras

Despacho303 – Módulo 2

Teléfono / Phone: +34  91  4978573

Correo electrónico / E-mail: carolina.foullioux@uam.es

 

PROGRAMA

 

I.Profundización en torno al sentido y a la referencia.

II.Enunciación y modalización.

III.Los marcadores de modalidad.

IV.El sistema temporal francés.

V.Los procedimientos de tematización y focalización..

Bi­bliografía básica:

  • ANSCOMBRE, J.-CL; KLEIBER, G. (Coord. Donaire, M.-L.): Problèmes de sémantique et référence, Servicio de Publicaciones Universidad de Oviedo, 2001.
  • ARISTOTE: La rhétorique, Paris, Le Livre de Poche, 1991.
  • ARRIVE, M. ; GADET, F. ; GALMICHE, M. : La grammaire d’aujourd’hui (Guide alphabétique de linguistique française), Flammarion, 1986.
  • RIEGEL. M ; PELLAT, J.-C. ; RIOUL, R. : Grammaire méthodique du français, Presses Universitaires de Frances, 1994.
  • WAGNER, R.-L; PINCHON, J.: Grammaire du Français (classique et moderne). Hachette-supérieur. 1991.
  • FOULLIOUX, C. (2005): “Los procedimientos de modalización en francés: la atenuación”, in A. R-Somolinos (coord.) www.liceus.com
  • FOULLIOUX, C. (2006): “la modalización  y las modalidades  en francés”, in A. R-Somolinos (coord.) www.liceus.com
  • FRADIN, B.,: "Anaphorisation et stéréotypes nominaux", Lingua, 64, pp.325-69, 1984.
  • Gosselin, L. (2005): Temporalité et modalité, Bruxelles, De Boeck,Duculot.
  • Gosselin, L.(1996): Sémantique de la temporalité en français, Duculot, Louvain-la-Neuve.
  • Imbs, P. : L’emploi des temps verbaux en français moderne, Librairie C. Klincksieck, Paris, 1968.
  • Le Querler, N. (1996): Typologie des modalités,  Presses universitaires de Caen.
  • LEEMAN, D. (2002): La phrase complexe: les subordinations, Bruxelles, De Boeck
  • MAINGUENEAU, D. (1999) : L’énonciation en linguistique française, Hachette Supérieur.
  • PUTNAM, H.: “Meaning and Reference”, The journal of Philosophy, LXX, 19, pp. 699-711, 1973.
  • PUTNAM, H.: Représentation et réalité, Paris, Coll. Nrf Essais, Gallimard, 1990.

 

 

EVALUACION

 

SISTEMA DE EVALUACION CONTINUA.

Se requiere asistencia al  80% de las horas  presenciales  como mínimo.

Si el alumno  tuviera algún impedimento para asistir habitualmente acordara un sitema de evaluación con el profesor.

El alumno deberá elaborar su propio corpus sobre uno de los temas  que habrá escogido del programa. Entrega del corpus: 21 de diciembre 2012 por correo electrónico.

No habrá examen final.

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enonciation et modalisation
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